!Otorgare el horizonte y parte del reino a aquella persona que pueda reconstruir la caja de sueños que he perdido! firma El Principe - decía el letrero , que esa mañana habia aparecido afuera de Palacio Real. La multitud se habia aglomerado sobre las puertas de aquel castillo, y es que se podia decir que el precio sonaba un poco exagerado - o era que aquella caja tenia alguna riqueza que ni siquiera el pueblo entendia- Asi que llegaban de todas partes de la tierra guerreros con su brillante armadura, poetas, músicos y toda clase de gente que buscaba ganar algo a costa de un precio.
Entre la multitud se pregonaban las dudas hacerca de aquella caja, unos decián que en esa caja se encontraba el corazón de algún dragón, la llave de algún tesoro ó sería acaso la llave del tesoro real, y esto aumentaba el precio de aquella tan mencionada caja. Nadie sabía la historia de esa caja, solo la familia real, El Rey y La Reyna, el consejero del rey, y demás personas cercanas al Principe. Dice la historía que hace varios años, meses y días, en el cumpleaños número 21 del principe, el había recibido varios regalos que llegaban de varias Naciones amigas del Rey, desde rocas de meteoro, piedras lunares, agua del mar rojo, y demás cosas, entre las cuales llegó una caja, la cual nunca se supó de que parte ó de dónde provenía, solo llevaba un papiro enredado a la llave, el mensaje: "los sueños están hechos de aquella materia que el mundo no puede tocar, el día que los toques, estos dejaran de ser sueños". Asi que en ese entonces, El Rey temoroso a lo que podría llevar la caja, mandó llamar a el Hechicero del Reyno, este cuándo vió la caja, la reconoció inmediatamente y dijo - mira que de todos los regalos hoy mi estimado principe, se te ha otorgado aquél de ver los sueños y los deceos, pero ten cuidado, porque aquello que veas nunca lo debes tocar porque puede que te pueda dañar y desaparecer- con esto el Rey ya un poco tranquilo decidio dejar esa caja al Principe.
Así que pasarón los días, digamos que varias lunas pasearón por aquél cielo, se dice que El Principe se estaba volviendo loco, ya que se encerraba por horas en Palacio, también se cuenta que un día en su habitación, el consejero del Rey tratando de escudriñar el problema del Principe, se escondío en el ropero de su habitación, entonces el Principe apareció con aquella caja, haciendo un tipo de ritual, abrió la caja; lo que le sorprendio ese día es que de esa caja salierón varias imagenes, un bosque, un cielo azúl, una mujer, el consejero se sorprendió de lo que hacía el Principe, ya que se sentaba sobre sus dos pies cruzados, y se quedaba a ver a aquella mujer, y asi pasaba el tiempo, y el solo observaba aquel cuadro de imagenes.
Esto sucedia continuamente y se repetía la misma escena, el Principe, viendo aquélla mujer. El Principe cada día se afanaba más a esa caja, la cuidaba como si fuera su último suspiro de vida.
Sucedió que un día, aquél día anterior al letrero, era de mañana, y como todos los días se encerró en su habitación, sólo que esta ves, se le notaba algo de cansancio y tristeza en su mirada, esta vez el no quería abrir más la caja, así que escribio sobre la pared de su habitación, el mensaje: "Que Dios me mande el peor de los castigos que no ha de ser aquél de verte y no tenerte". Problema; el Principe se había enamorado de una imagen, que no sentia ni decía nada; el sólo sabía que no podía llegar a tocar esa ilusión, ya que de lo contrario eso desaparecería para siempre. La desilusión había tocado a la puerta y llevaba por nombre amor, el se fué convirtiendo en esclavo de su propia ilusión, dependía de ella, y soñaba con ella; así que salió del castillo durante medio día, ya llego por la noche, el sentía la necesidad de abrir de nuevo la caja, total una ves más no importaría.
Lo que paso enseguida es que el mismo repitio la misma rutina, abria la caja y se sentaba a mirar, pero esto cambió, se le notaba en la mirada la profunda tristeza, diciendo palabras de amor a aquella jovén, de la cual ni conocía el nombre; lo que cambió esa vez fué que estaba vez el notó que la jovén estaba un poco feliz que de costumbre, resulta que hace una semana ella había conocido a cierto tipo de sujeto y le habia contado miles de cosas, ella por lo cual ilusionada le estaba entregando su corazón a este extraño, que había aparecido de la nada, el no podía mirar aquella escena, su corazón explotó en ese entonces, había demasiadas emociones encontradas; cuál fué el intento de querer ya no ver esa escena, que sin pensarlo abrió sus manos intentando intervenir un poco en esa historia que falló en la principal regla, la ilusión desapareció, la caja rodó por la habitación al caer de sus manos, y se abrio en pedazos.
Después de esto, el trató de reparar lo sucedido, tomó la caja y trató de unir los pequeños detalles. Se supó después de algo de tiempo, que el Principe trató por todos los medios de repararla, consultó a brujos, sabios, maestres, piratas, charlatanes, duendes, nogmos, tratando de obtener alguna respuesta, la cuál no ha llegado. Desde entonces, se ha gastado la fortuna del Rey, tratando de buscar a aquella mujer, no a conseguido hallar con ella, se dice que un día al Principe se le vío en las Montañas del Norte, otros dicen que lo vierón cerca del Desierto, nunca han dado con el, se dice que aún continua con el sueño de encontrar a aquella que lo había enamorado y que lo había dejado sin saber lo mucho que la queria.
Titulo: Happy End (No Todos Los Cuentos Tendrán Un Final Feliz)
Moraleja: El Amor A Veces Toca A La Puerta, En Ocasiones Lanza Piedras A La Ventana, Nunca Pide Que Abras La Puerta, Simplemente Que Por Un Instante Te Asomes.
No todos los cuentos tendrán un final feliz, ni todas las manos se dieron para crecer.
Conozco castillos que son más tristes que ayer, las ruinas de un pueblo muriendo de pie.
No todos los príncipes se vestirán de azul,ni cada promesa se hará para respetar. Hay torres tan altas que están lejanas del mar,princesas ajenas, estatuas de sal.Busca una luz, una más,algo que ayude a creer:déjame entrar otra vez.
No todos los cuentos se hicieron para dormir,ni todos los sueños te vienen a visitar.
Soñé que contaba un cuento sin tiempo ni final,después junto a mí te miré despertar.
Se dice que todos tenemos para contar y de lo contado tendremos otra versión.
No hay nada como el oído que sabe escuchar pero no hay sentido como el corazón.