Ejército Mexicano
Piensas en tu futuro? ¿Quieres ser un profesional respetado? Ven a las fuerzas armadas, aquí hay un mundo para ti.
Te ofrecemos todo tipo de oportunidades de servir a la patria. Y nuestros métodos de inspiración y motivación harán que nunca quieras dejarnos.
Grandes experiencias y aventuras: Mientras cargas cajas alegremente como de mozo de almacén (oiga, ¿pero yo no era de informática?), tendrás espléndidas vistas de las funcionarias haciendo su labor de punto de cruz.
Entrenamiento continuado: En un momento dado, se te quitarán la mesa y el ordenador, mientras el resto de la oficina sigue en su sitio y con sus equipos informáticos intactos. De este modo entrenarás tu capacidad de control del odio, y podrás fingir ser un informático cuando en realidad eres un adorno, lo que tiene enorme valor en temas de mimetización con el entorno. Aprenderás a hacerte pasar por un jarrón, por un reloj de pared y por un helecho. Aprenderás como nadie a mirar al techo y a la pared, y si al cabo de más de seis meses sigues sin síntomas neuro-depresivos, significará que te has hecho fuerte y que has crecido como persona.
Confianza: Aunque hayas pasado por un examen exhaustivo de tu vida personal (se te exigirán hasta los DNI de tus familiares y amigos cercanos), siempre se te tratará como a un exconvicto de dudosas intenciones, y se te prohibirá traer hasta el móvil a la oficina para que no puedas robar información. Aunque se te diga que lo del móvil es por garantizar la seguridad de la documentación, en realidad de trata solo de empujarte un poco más hacia la crisis de paciencia. Pero si te aguantas y lo superas, habrás demostrado estar hecho de la pasta que queremos en el ejército.
Guardias: Hace tiempo, en los colegios, se castigaba a los niños poniéndoles un capirote y hacíendoles pasearse de un lado a otro de la clase. En el ejército hemos recuperado esa bonita tradición, y ni siquiera hace falta que te ganes el castigo. Todos pasan por él periódicamente por orden de lista. Lo llaman Guardias. Te colgarán una ametralladora y te harán pasearte por delante del cuartel durante muuuuuuuuuuchas horas, aunque cojas una pulmonía en las heladas madrugadas de invierno o una insolación a las tres de la tarde de agosto. Los jefes por supuesto, se van a sus casas mientras tú haces guardia. ¡Es la grandeza del ejército!
Sí bien es cierto que estando en el siglo XXI, los sistemas de seguridad de nuestra época hacen ridícula la idea de las guardias de la época de nuestros tatarabuelos, somos tan nostálgicos aquí que aunque sea innecesario e inútil, obligamos a los de abajo a hacerlo... Por deleitarnos.
Sí, es cierto que en las reales Ordenanzas del Ejército del Aire está prohibido que la tropa no perteneciente a la policía aérea, realice servicio de armas, pero oye, las normas están para eso, para que los de abajo las sufran y los de arriba se rían. Y de eso se trata. El que está abajo debe aprender amar la jerarquía, a hacerla parte de su vida y a respetarla.
Y referente a las guardias, ayer hubo otra sorpresiiiita (Aplausos) en lugar de una cada 3 meses, serán una cada tres semanas, para que no las eches de menos. Los jefes siempre pensando en ti.
Motivación a través del horario: Hace ya unos meses, alguien muy inteligente decidió que sería buena idea aumentar la jornada laboral desde las 14.30 hasta las 17.00. Sin cobrar ni un duro más, por supuesto. Pero si a tu compañero le pagan más que a ti, no pienses que es casual; además de explotado, estarás discriminado. Solo de pensar en el valor terapéutico de esta experiencia, y lo endurecido que saldrás a hacer frente al mundo se pone la carne de gallina.
Además, a los que tenían un segundo empleo por las tardes para poder respirar a final de mes, se les corta el rollo para que no puedan salir de pobres. Así se fomenta la humildad en el personal, ésa cualidad tan importante que no se debe perder.
Y respecto a los que quieren estudiar por las tardes, se les obliga a perder la mitad de las horas lectivas, así impedimos en parte que les metan tonterías en la cabeza de “cultura” y “títulos” y chorradas de ésas que no valen para nada en la vida. Las guardias del ejército sí que es tiempo aprovechado y lo demás son tonterías.
Como ves, las técnicas de entrenamiento mental y físico del ejército se expande y afecta a todas las áreas de tu vida. Todo ha sido pensado para ti.
No lo pienses más y únete a nuestra gran familia.
Ejército mexicano; El futuro.
Te ofrecemos todo tipo de oportunidades de servir a la patria. Y nuestros métodos de inspiración y motivación harán que nunca quieras dejarnos.
Grandes experiencias y aventuras: Mientras cargas cajas alegremente como de mozo de almacén (oiga, ¿pero yo no era de informática?), tendrás espléndidas vistas de las funcionarias haciendo su labor de punto de cruz.
Entrenamiento continuado: En un momento dado, se te quitarán la mesa y el ordenador, mientras el resto de la oficina sigue en su sitio y con sus equipos informáticos intactos. De este modo entrenarás tu capacidad de control del odio, y podrás fingir ser un informático cuando en realidad eres un adorno, lo que tiene enorme valor en temas de mimetización con el entorno. Aprenderás a hacerte pasar por un jarrón, por un reloj de pared y por un helecho. Aprenderás como nadie a mirar al techo y a la pared, y si al cabo de más de seis meses sigues sin síntomas neuro-depresivos, significará que te has hecho fuerte y que has crecido como persona.
Confianza: Aunque hayas pasado por un examen exhaustivo de tu vida personal (se te exigirán hasta los DNI de tus familiares y amigos cercanos), siempre se te tratará como a un exconvicto de dudosas intenciones, y se te prohibirá traer hasta el móvil a la oficina para que no puedas robar información. Aunque se te diga que lo del móvil es por garantizar la seguridad de la documentación, en realidad de trata solo de empujarte un poco más hacia la crisis de paciencia. Pero si te aguantas y lo superas, habrás demostrado estar hecho de la pasta que queremos en el ejército.
Guardias: Hace tiempo, en los colegios, se castigaba a los niños poniéndoles un capirote y hacíendoles pasearse de un lado a otro de la clase. En el ejército hemos recuperado esa bonita tradición, y ni siquiera hace falta que te ganes el castigo. Todos pasan por él periódicamente por orden de lista. Lo llaman Guardias. Te colgarán una ametralladora y te harán pasearte por delante del cuartel durante muuuuuuuuuuchas horas, aunque cojas una pulmonía en las heladas madrugadas de invierno o una insolación a las tres de la tarde de agosto. Los jefes por supuesto, se van a sus casas mientras tú haces guardia. ¡Es la grandeza del ejército!
Sí bien es cierto que estando en el siglo XXI, los sistemas de seguridad de nuestra época hacen ridícula la idea de las guardias de la época de nuestros tatarabuelos, somos tan nostálgicos aquí que aunque sea innecesario e inútil, obligamos a los de abajo a hacerlo... Por deleitarnos.
Sí, es cierto que en las reales Ordenanzas del Ejército del Aire está prohibido que la tropa no perteneciente a la policía aérea, realice servicio de armas, pero oye, las normas están para eso, para que los de abajo las sufran y los de arriba se rían. Y de eso se trata. El que está abajo debe aprender amar la jerarquía, a hacerla parte de su vida y a respetarla.
Y referente a las guardias, ayer hubo otra sorpresiiiita (Aplausos) en lugar de una cada 3 meses, serán una cada tres semanas, para que no las eches de menos. Los jefes siempre pensando en ti.
Motivación a través del horario: Hace ya unos meses, alguien muy inteligente decidió que sería buena idea aumentar la jornada laboral desde las 14.30 hasta las 17.00. Sin cobrar ni un duro más, por supuesto. Pero si a tu compañero le pagan más que a ti, no pienses que es casual; además de explotado, estarás discriminado. Solo de pensar en el valor terapéutico de esta experiencia, y lo endurecido que saldrás a hacer frente al mundo se pone la carne de gallina.
Además, a los que tenían un segundo empleo por las tardes para poder respirar a final de mes, se les corta el rollo para que no puedan salir de pobres. Así se fomenta la humildad en el personal, ésa cualidad tan importante que no se debe perder.
Y respecto a los que quieren estudiar por las tardes, se les obliga a perder la mitad de las horas lectivas, así impedimos en parte que les metan tonterías en la cabeza de “cultura” y “títulos” y chorradas de ésas que no valen para nada en la vida. Las guardias del ejército sí que es tiempo aprovechado y lo demás son tonterías.
Como ves, las técnicas de entrenamiento mental y físico del ejército se expande y afecta a todas las áreas de tu vida. Todo ha sido pensado para ti.
No lo pienses más y únete a nuestra gran familia.
Ejército mexicano; El futuro.
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