viernes, febrero 16, 2007


Recibiré postales con besos y recuerdos para la familia de una novia que tuve y que prefirió un mundo más grande que él mío. Trataré de convencerme de que soy el mismo, mientras otros me retiran el saludo, a estas alturas no procede que pida miradas que me quemen.
Visitaré los lugares en los que me desnudaron mientras mirones aburridos de la vida nos veian en la plaza y disfrutaban conmigo de las caricias de una joven hermosa.
Y las hermosas manifestaciones en las tardes de otoño, con hermosos estudiantes que te sonreían y se atrevían a levantar el puño.
Y los paseos los sábados con duras escapadas a lo oscuro huyendo del frío de una mecánica cuántica con la que bostezaba hasta el profesor de física.
Los viajes por mi mundo, con la cabeza hirviendo, tratando de mantener una conversación coherente con mi inglés anémico. Que vértigo, como pasa el tiempo, parece que fue ayer cuando estaba enamorado.
Me recordaré tal, cual y espero que al mirarme en tu espejo no se me caiga el alma a los pies y al menos me reconozca.

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